Mátame

Tengo ganas de hablar de amor,

verdugo,

ponerte en mi cuello,

darte mi yugular

y que me destroces.

Soy la presa y me rindo.

Quisiera ser un roedor

y que tu fueras una serpiente

y entre tus brazos morir

mientras me quitas el aliento.

Entregarme a ti, como hoja al viento.

Amor, amor

eres un hábito que no puedo dejar,

como el cigarro de entre clases,

o el café de la tarde.

Vulnerable.

No he querido como te quiero

no he vivido como quiero vivir,

no he podido sentir lo que quiero sentir,

y hay tanto que muero por decirte.

Te amo ingrato.

Te amo idiota.

Te amo ingenuo.

Y no ves por que no quieres ver

que cada poro de mi piel te pertenece sin que siquiera lo hayas pedido,

que el dejo de razón que tenía se ha perdido,

que lloro por que no te hago feliz

y por ende yo no puedo ser feliz.

Cuando faltas tu todo me sobra,

quisiera meterme a tu cama y dormir,

dormir hasta que me despertaras.

Injusta vida,

injusto tu,

que me llevas y traes,

y haces y deshaces

y no es mi estilo la sumisión,

pero ¡Diablos! me intimidas.

Y si por mi fuera,

usaría vestidos de flores

hornearía pays de manzana

y tendría hijos como si fuera un conejo para hacer feliz a tu madre.

Pero no solo está en mi,

y no hay nada de tu parte.

Quiero hablar de amor,

ese que no existe,

ese en el que no creo,

ese que no admito.

La última vez que te amé no me amabas,

la siguiente vez que te ame, se que no me amarás,

y ahora que lo pienso,

si te lo confieso ahora.

¿Algún cambio hará?

Soy obvia, soy tonta, soy adulta.

Y reniego de mi naturaleza explosiva

y te culpo de mis problemas.

Amor, amor, dame alegrías llévate mis penas.

Vulnerable soy,

como pichón recién nacido,

dame de comer de tu boca,

dame calor de tu abrigo,

duerme sobre mi en las noches,

quédate conmigo.

Soy pequeña, egolatra y dramática,

¿Por que querrías estar conmigo?

Querido yo tengo de amor un colchón,

de cariño un cajón

y de drama un baúl.

Pero si te aventuras amor, nunca estarás solo.

Es mas de lo que muchos adultos tienen.

Te amo ingrato.

Te amo idiota.

Te amo ingenuo.

Y a veces quisiera,

desnudarme y entrar a tu cama,

temblar de frío,

pedirte protección,

pero estoy tan acostumbrada a tu rechazo

y a que no sepas que siento

y por lo tanto

a que no sepas quien soy.

Tengo ganas de hablar de amor,

verdugo,

ponerte en mi cuello,

darte mi yugular

y que me destroces.

Soy la presa y me rindo.