viernes, agosto 18, 2006

.::El nombre de la memoria::..

Hola a todos.-
Especialmente a ti, a ti que estas leyendo esto. Esto no es una cadena lo
escribi yo misma hace dias, para todos ustedes. Disfrutenla, y pss si kieren
enviarlo digan ke lo escribi yo, melina alejandra aceves torres.



¿Tiene caso dedicar un escrito a una persona que nunca lo leerá? Escribirle
a un recuerdo suena vacío, sin embargo es lo que muchos de nosotros a veces
hacemos.
¿Que sería de nosotros sin la memoria? ¿Seríamos los mismos si no
recordaramos las cosas que vivimos y con quien las vivimos?
Dicen que es el tiempo el que te forma el caracter, pero es mentira, el
tiempo no te forma el caracter, las situaciones y las personas con las que
viviste son las que forman tu personalidad.
¿Tiene caso dedicar un escrito? La verdad mucho caso, mucho caso, no le
encuentro, sin embargo todos necesitamos desahogarnos y de una u otra forma
lo debemos de hacer.
¿El dedicar un escrito nos asegura que esa persona entendera que está
dedicado para ella? No lo sé, pero por mientras, a todos, muchas gracias.
"Gracias"
Gracias a tí por leer, gracias a tí por entender, gracias a tí por no
estar, gracias también a tí por haberte ido, gracias a tí por haber vuelto,
gracias por las fuerzas que me das, gracias por ser mi hermana, gracias por
ser mi amiga, gracias por amarme, gracias por odiarme, gracias por no
enterrarme en el olvido, gracias por quedarte aquí conmigo, gracias por
vender libros que no compro, gracias por enviarme convocatorias, gracias por
ser un despistado, gracias por que a pesar de tu mala memoria... Gracias por
existir.
A todos gracias.
Y pues aquí está este poema. Se divide en dos partes.

---El nombre de la memoria---



..::I::..

En la mitad de la noche te haces presente
ahora me encuentro recordando
cuando antes me encontraba viviendo.
Tu nombre es el nombre de esta memoria
imborrable,
intachable,
esta que no puedo enterrar.
Este recuerdo que ríe y llora
que vive y muere
que se rompe y se une dentro de mí.
Tan dentro como tu voz
tus ojos negros,
tu piel oscura,
el sonido de tu guitarra,
todo eso se contonea como serpiente dentro de mí.
Ya no puedo vivir de tí
pero puedo vivir de tu recuerdo...
Aún hoy... Aún hoy puedo morir por tí...
¿Debería olvidarte?
¿Debería extrañarte?
La confusión es la causante de esta verborrea
que se funde en mi lengua
y se proyecta en mis labios
estos que no podías dejar de besar
estos que nunca quise que dejaras de besar.
Te extraño.
Es imposible no hacerlo
después de todo lo que viví en tí
después de todo lo que viviste en mí.
Luego de todo esto:
La princesa quedó congelada
y el yinn se quedó sin el yang.


..::II::..

Tu nombre es el adjudicado a esta memoria
la noche como único testigo
me hizo ver que sin querer queriendo
te tenía conmigo.
Platiqué con la almohada y llegué a la conclusión
de que no se recuerda a medias,
que recuerdas todo,
o no recuerdas nada,
entendí que el destino es justo
y no exactamente bueno.
Entendí que pasamos lo que teníamos que pasar
que vivimos lo que teníamos que vivir,
que para bien o para mal
lo pasamos juntos,
y fue hermoso,
no todo fue tan malo
¿O sí?
Tu nombre es el que tuvo esa cuerda que me sacó del hoyo
es el que tiene la sonrisa esbozada por el pasado
gracias por darle color a los inicios de esta etapa
a la que comunmente llamamos "Adolescencia"
Tu nombre es el adjudicado a este recuerdo
esta tranquilidad
por la noche cobijada
por tí brindada
es gracias a que te he explicado,
he llorado, he gritado,
y tu me has escuchado,
Te quiero,
te extraño,
y no es algo que haga por que se sienta bien
sino por que pasando lo que pasó
es imposible no hacerlo.
GRACIAS, MIL Y UN GRACIAS.

miércoles, agosto 09, 2006

..::Helena::..

***Helena***(Quien quiera que seas)
*I*
Respiro tu nombre, letra a letra, Helena.... H-E-L-E-N-A. Entras por mi nariz y llegas a mis pulmones, donde tu recuerdo se activa, memorias no muy gratas, pero a fin de cuentas, de memorias he construido mi vida desde que te marchaste... O desde que te corrí. Me olvido de mi para recordarte.
*II*
Te veo tendenciosa moviendo las caderas desde lejos, tus rosadas mejillas demuestran que tienes calor y tus ojos irradian esa sensualidad de siempre. Esa que te caracterizaba Helena. Te acercas a mi y susurras algo a mi oído, me levanto para seguir tu paso y poder encontrarte dentro de esta multitud, te localizo y grito tu nombre "¡Helena!" pero pareces no escucharme. Te alejas con rapidez, mas no con torpeza, corro, pero entre mas lo hago mas rápido avanzas. Mi cuerpo empuja otros cuerpos para llegar a ti, sin embargo, me detengo, evidentemente te he perdido y cualquier intento de alcanzarte será inútil. ¿Por que lo hiciste Helena? ¿Por que irte?
*III* Despierto mojado en sudor frío, me siento a la orilla de la cama, para no molestar a Danna, mi acompañante de esta madrugada, quien no es la única, pero se ha convertido en mi amante mas frecuente. Tu partida me dejó un vacío, que ni las relaciones casuales me pueden llenar. Me levanto y voy al baño, para lavarme la cara y despertar, mojo mi cara y me veo al espejo, y para mi mal, tu sigues ahí Helena, sigues en mí. Cambio de cuarto para ir con Lucille, mi inseparable Lucille...Ella siempre ha estado conmigo, ella nunca me dejará por otro. La conecto y coloco los audífonos en el amplificador, comienzo a tocarla, sin sentido, solo una caricia para recordarle que soy yo, de pronto, todo se vuelve agitado, mas no agresivo, cierro los ojos de emoción pero lo único que veo, es a tí Helena... Mi dulce Helena. Calmo toda esta rabia contenida después de tocar a Lucille, y me doy cuenta de que soy un malagradecido con ella, pero bueno, eso es lo que se gana, por estar siempre conmigo... Estoy sudando, necesito un poco de aire y tal vez, un cigarrillo.
*IV*
Salgo a la terraza, tu lugar favorito, miro las estrellas y me doy cuenta de que ellas parecen mas accesibles que tu. Saco la cajetilla y con un movimiento ágil, hago salir dos cigarrillos, y me doy cuenta de mi error, me malacostumbraste a tu presencia Helena. Guardo el segundo y el restante lo devoro cual manjar de dioses, guardo un terrible silencio y sin querer, pienso en tí, suspiro por tí. Algo invade mi privacidad, para ser exactos, alguien, es Danna, elegante como siempre, su cabello ya acomodado, un poco de brillo en sus labios y envuelta en mi sábana, como es su costumbre, se acerca con un gesto de interés, ese gesto que nadie mas que ella me da, y que no valoro. -¿Estas bien, Hazel?- pregunta ella. -Si- respondo fríamente.
Ella me brinda su compañía no requerida. Saco otro cigarrillo y se lo ofrezco. -No fumo, gracias- contesta ella- hoy fue nuestra séptima noche y aún no lo entiendes. -Me cuesta trabajo entender como alguien puede vivir sin fumar.
Danna suspira. -¿Como te la pasaste esta noche? -¿Como debí de pasarla? Igual que las seis anteriores. -Pues yo me la pasé bien, como las seis anteriores noches y como se que me pasaré las que lleguen a venir.
Esta chica está obsesionada conmigo, o enamorada, pero me hace sentir extraño y la fulmino con la mirada.
-¿De verdad quieres hablar? Digo, no es necesario, fue solo una noche. -De verdad quiero - dice ella y baja la mirada, me apena haberla incomodado, me acerco y hago que me mire, me congelo, por un momento vi tus ojos, por un momento sentí eso que sentí por tí, pero no puede ser, pues ya no tengo corazón, te lo llevaste con tu adiós. -Nunca te he preguntado nada acerca de tu vida. -Eres un cínico - dice sonriendo. -Algo - guardo silencio pensando en una pregunta- ¿Que edad tienes?
Ella se paraliza, algo anda mal.
-No te interesa... -Claro que me interesa, ¿Y si soy un corruptor de menores? -No te acusaría.
Ella intenta huir hacia adentro.
-¿Que edad?- pregunto sosteniéndola del brazo.
Danna me mira con sus ojos cristalinos, y de nuevo los esconde.
-17...
Me congelo Helena, ella es menor de edad y yo me he acostado con ella durante siete noches... Sin embargo la miro con ternura en un silencio incómodo.
-Pero el próximo mes cumplo los 18 por si te preocupa.
Esta chica tiene un buen sentido del humor.
-¿Quieres algo de beber?- le ofrezco -¿No te importa mi edad? -Escucha nena, aun que me importara ¿Que caso tendría? Ya es muy tarde.
Ella se queda pensativa.
-Un té, si no te molesta.
Bajamos y pareciera que mi casa es suya, pues aún envuelta en la sábana, recorre las escaleras mejor que yo, con esa destreza que antes era sólo tuya. La invito a pasar a la sala, me dirijo a la cocina y pongo a hervir el agua. Un silencio invade nuestra estrenada confianza. Saco tres tazas y de nuevo te haces presente, pero guardo una, pues ya no eres importante.
*V*
Pongo su taza en la mesa, con el azúcar a un lado, yo en cambio me preparé un café bien cargado. Uno, dos, tres... Y la magia se hace, pues unimos miradas.
-¿Quieres escuchar algo?- le pregunto -Encantada - responde ella.
Subimos para presentarle a Lucille, como tu la conociste Helena ¿Recuerdas? Toco un poco de rock alternativo y esa dulce niña me mira atenta. Me aprecia Helena, aprecia lo que hago y a ti nunca te importó, me mira con ternura y tú muy apenas me mirabas... Danna es hermosa y llena, y tu eras hermosa, pero hueca. Dejo de tocar y me mira, me mira y dejo de tocar.
-¿Crees en el destino?- pregunta la niña soñadora. -No, pero podría hacer un intento.
La tomo en brazos y la llevo al cuarto, la recuesto en mi brazo y la duermo acariciando su cabello. Ahora respiro su nombre, letra a letra, Danna... ¡D-A-N-N-A! Gracias por marcharte ¡quien quiera que seas!

martes, agosto 01, 2006

"Humberto"

Llevaba mucho tiempo así, y no podía sacarte de mi cabeza, recordaba tu sonrisa y se hacía necesario estar contigo para poder ponerle un nombre a aquella locura indomable. ¿Recuerdas la primera vez que te besé? Era de mañana, muy de mañana y a ambos nos amaneció con un beso.... Después de ello intenté huir de la escena del crimen, envuelta en aquel vestido verte y presa del pánico, pues siempre fui de las "fichitas" y yo sabía que no escatimarían en castigos o hasta en la expulsión de aquella secundaria (a la que odio) sin contar que antes y después se empeñarían en la humillación pública, o tal vez estoy siendo muy dramática... Me levanté de donde estábamos e intenté correr pero fue en vano pues tu mano ya tenía sujetada la mía, estaba capturada como la ladrona que había sido, la ladrona de un beso de tus labios y al girar para verte descubrí que mi locura llevaría tu nombre... "Humberto" te dije "No quiero que nos regañen" ¡Ah dulce inocencia de adolescente! Tu me soltaste y sonreíste con la promesa de que hablaríamos después... Después... ¿Notas como todo lo hemos ido posponiendo? Nuestra amistad, nuestra ¿Relación?, incluso ese "noviazgo" que ambos en un tiempo esperamos quedó en la lista de espera, con la esperanza del después. En ese entonces mi locura llevaba tu nombre, ahora, la locura quedó guardada en el cajón de los recuerdos... Y aquí estoy, recordándola y disfrutándola, a fin de cuentas que a nadie lastiman las buenas memorias.