Y en la privacidad de mi mente se resguardan mis sueños. Los cuales busco interpretar a mi manera. Y me parece perfecto, no hay nada de malo en buscar el significado que a mi me agrade más.
Pero a veces me siento profundamente analizada, con cada paso que doy, con cada giro que doy cuando duermo en la cama, con cada tecla que presiono o ignoro.
A veces me siento constantemente en un programa de BigBrother/GranHermano, donde se ve como miro, como ignoro, como escribo, con quien hablo, que digo, que no digo, que sueño, que no sueño, como canto, que canto, cual es mi color favorito.
Y ya no me siento una persona, sino alguna clase de ratón esperando en la cola de un experimento. Paciente. Asustado. Mi destino es esperar a ser fichado: Individuo M, sexo F, color aperlado, ojos almendrados, problemas frecuentes, síndrome de persecución, se siente constantemente asechada.
Y en la privacidad de mi mente solo quiero tener la tranquilidad de lo que quiero escuchar, aún que lo que quiera escuchar no sea una respuesta aceptada por la ciencia.
Todos los días del ciclo escolar, vivo en constante estrés científico, laboratorios, batas, muestras, exámenes. Vivo bajo un delicioso estado de ciencia, que no me molesta seguir al pie de la letra.
Pero a veces, me gusta creer que el futuro, el pasado o el presente, o cualquier realidad alterna, me da señales de que algo está mal, o va sobre ruedas.
De vez en cuando me gusta dejar de ser científica. Y ser esotérica. Creer en cosas inmateriales o increíbles.
Y ya ni siquiera puedo tener sueños raros, por que tampoco puedo quedarme con lo que yo quiero.
Si fuera una bacteria, bajo lentes de microscopio, no tendría problemas por que nada estaría mal. Pero soy una persona, y quiero, y requiero, sentirme un individuo.
Al menos déjame con el significado que quiera de mis sueños. Sea científico, esotérico o divino. Mientras sea lo que yo quiero que sea, estará bien.
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