jueves, abril 14, 2011

Y el amor.

Ah, hoy ando cursi.
Y ya lo dije, ahora debo de escribir algo cursi.
Pero la cosa es, monólogo, que no sé que escribir.
Amo intensamente la soledad de mis pensamientos, el hacer eco yo sola en mi cabeza y darle vueltas a lo que voy a plasmar.
No busco muchas palabras ni me baso en cuentos griegos para decir o escribir lo que pienso,
lo que quiero y lo que busco es, como todos, ser feliz. Amar y ser amada. Como solo quiere una persona normal.
Quisiera una historia de amor que contarle a mis hijos.
Como aquella vez que estaba enamorada y no lo quise admitir, y un beso dijo mas que todas las palabras del mundo.
Como aquella vez que temblé cuando tocaste mi espalda.
Como aquella vez que, como dice la canción, me enamoré de un amor poco prudente.
Como quisiera, en serio, ser la chcia de las películas, que habla del amor y sabes que le fue bien , pues al final está narrando la película.
Pero no soy de historias, soy mas de hechos. Y el hecho es que no encuentro nada cursi ni amoroso que escribir.
Y eso apesta como la mayoría de las cosas, pero no importa, por que el amor apesta.

Una vez conocí a un chico que era aventurero, trotamundos, músico y poeta, era uno en todos, o quizá era todos en uno y era mayor que yo, a mi me faltaba lo aventurera y trotamundos. Y me enamoré, tan perdida y locamente como solo lo hace un adolescente, que quiere sentir todo al máximo, sea o no de provecho y, como todas las historias de amor, me rompí el corazón, y no hay peor ruptura que por ingenua. Afortunadamente, alguien vino, recogió mis piezas y me armó de nuevo. Y al abrir mis ojos, y volver a nacer, me aferré a lo primero que vi. Y lo amé con locura.

1 comentario:

MS dijo...

Volví a estos pagos, extrañaba leerte linda Lina. Siempre con las palabras justas.
Te mando muchos besos, que cruzan todo el continente y llegan a tus mejillas!